Digesett sorprendió con pruebas de alcohol en los peajes de la capital

Este domingo la Dirección General de Tránsito y Transporte Terreste (Digesett) sorprendió con operativos aleatorios de pruebas de alcoholemia en las autopistas Duarte y Las Américas, en búsqueda de fiscalizar a conductores en estado de ebriedad luego de las festividades de Año Nuevo.

Estos levantamientos se realizaron en conjunto con miembros de la unidad de Boina Gris de la Policía Nacional, que estuvieron presentes por si se presentaba una situación que requiriera una mayor intervención.

Los vehículos requisados incluían a motocicletas, cuyos choferes debían presentar cédula y licencia de conducir, o el pasaporte en caso de los extranjeros.

PROCESO

El proceso iniciaba con pruebas en el dispositivo FST que mide en positivo o negativo los niveles de alcohol. En caso de lo primero, los conductores son llevados a una carpa donde se les practica una prueba más rigurosa con un medidor preciso de la intoxicación.

Si el chófer excede los niveles de 0.25 grados de alcohol en esta segunda prueba, es retenido y fiscalizado. Deben esperar el paso de una hora para otro análisis, mientras se les invita a tomar asiento y agua. No pueden volver a manejar en tanto la prueba no arroje una menor cantidad de etílico que esa, pero tienen el derecho de llamar a un familiar que les asista en el guía.

De todas formas, una vez «queman» la primera prueba han sido fiscalizados por los agentes a esperas que la Procuraduría General de la República indique la multa.