La dependencia emocional es una condición relativamente común que afecta a un porcentaje significativo de la población.
Estimaciones internacionales sugieren que su prevalencia puede variar de entre 5% y 15% de la población.
Esta condición puede manifestarse en diversas etapas de la vida, aunque estudios indican alta prevalencia durante la adolescencia y la juventud temprana, debido a la búsqueda de identidad y la necesidad de aprobación social.
Así lo explica el psicólogo clínico con entrenamiento en el abordaje y manejo de adicciones y codependencia, José Carlos Vargas, del Centro Integral Lotus, en un artículo remitido a Listín Diario, en el que destaca se ha observado mayor prevalencia en adultos jóvenes de entre 18 a 40 años y adultos de mediana edad de entre 40 y 60 años.
Señala que la dependencia emocional es una condición que funciona de manera similar a otras adicciones comportamentales, donde el individuo desarrolla una necesidad obsesiva compulsiva de la presencia y aprobación del otro, experimentando síntomas de abstinencia emocional ante la separación. Se manifiesta en la entrega total del poder personal a otra persona, resultando en la pérdida gradual de la capacidad de autogestión.
SEÑALES DE ALERTA
El especialista en la conducta humana revela que en su práctica personal aproximadamente el 40% de los pacientes presentan signos de dependencia emocional en sus diferentes niveles leve, moderado y grave, ya sea como problema principal o como condición comórbida con otros trastornos.