La historia de la confiscación de bates en la Liga Dominicana de Béisbol, no es nueva, tiene sus ante pesados y a diferencia del desenlace que ocurrió este lunes con Gustavo Núñez, el anterior caso si fue positivo y por ende tuvo culpable.
Su nombre Miguel Tejada, uno de los peloteros de mayor renombre en la historia de Lidom y hasta del propio país.
Lo ocurrido el domingo, tras el jonronazo de Núñez, que igualó el partido a cuatro vueltas en el noveno y el pronto llamado de Albert Pujols para que le revisaran el bate generó una serie de expectativas, primero en cuanto al posible desenlace y luego a si un aspecto de esta índole había ocurrido en el pasado.
He aquí la historia.
Era el tercer episodio del primer choque de la serie final entre Aguilas y Escogido en el torneo de 1996-97, encuentro que inició el sábado 25 de enero, Tejada había disparado con solidez hacia la verja del prado derecho y de inmediato el dirigente del Escogido, Junior Noboa y el coach, Wilfredo Tejada reclamaron al árbitro principal, Jeffrey Patterson que el bate estaba alterado y requirieron la revisión.
El mismo fue incautado por los auxiliares, hecho que provocó la situación de otros incidentes posteriores, que incluso generó en una agresión hacia el árbitro Patterson, quien sufrió una herida en la frente luego que subiera a las graderías del lado derecho para rescatar el bate, pues un grupo de fanáticos trató de robárselo.