El reciente incremento en la aprobación de préstamos por el Congreso, no representa una preocupación, luego del retiro de la propuesta de reforma fiscal, ya que dichos financiamientos estaban contemplados en el presupuesto general del Estado aprobado para 2024.
«Estos préstamos son parte de la necesidad de financiamiento establecida en el presupuesto, que incluye cubrir un déficit proyectado de 242,817 millones de pesos y pagos de amortización de deudapor 08,000 millones de pesos», explicó el economista Nelson Suárez, quien también trabaja en temas de financiamiento público en el Banco Mundial.
El actual periodo congresual se inició el 16 de agosto de este año. Desde esa fecha y hasta el 19 de octubre, cuando se retiró la reforma fiscal del Congreso, los legisladores aprobaron dos préstamos. Mientras que desde octubre hasta el 18 de diciembre, se autorizaron nueve contratos de endeudamiento por un total de 2,115 millones de dólares.
En ese periodo, el Congreso validó los préstamos destinados para programascomo el cambio climático, los apagones, el mejoramiento de las redes eléctricas, la gestión de los residuos sólidos en Santo Domingo o el manejo del vertedero de Duquesa.
Aunque no considera que los préstamossean problemáticos en el corto plazo, ni estén vinculados de forma directa con la fallida reforma fiscal, Suárez advirtió sobre el creciente peso del servicio de la deuda en el presupuesto nacional, que podría superar los presupuestos de sectores críticos como educación y salud.