Un árbol de Navidad se erige entre las piedras caídas de lo que queda de la Iglesia Católica Melquita de San Jorge en el sur del Líbano. Antiguamente un vibrante centro comunitario, la iglesia del siglo XVIII está en ruinas tras un ataque aéreo israelí en octubre.
Georges Elia, un trabajador municipal de 40 años y feligrés, trató de aportar algo de normalidad a medida que se acercaba la temporada navideña, semanas después de un frágil cese del fuego entre Israel y el grupo político-paramilitar Hezbollah en Líbano.
«Este año, la Navidad llega con tristeza para nosotros, pero no queríamos que fuera triste para los residentes del pueblo y su iglesia», dijo Elia. «Intentamos poner un árbol, aunque sea modesto y sencillo».
Es un árbol pequeño, más bajo que él. Se inclinó para colocar la guirnalda brillante y la estrella final. Candelabros de cristal cuelgan, aún intactos, sobre los bancos destrozados. Imágenes de papel de Santa Claus yacen sobre los escombros.